10 de octubre de 2010

¿Cádiz sonríe?



Hoy, dos artículos de opinión de dos investigadores gaditanos coinciden en temática y preocupaciones compartidas. Alberto Ramos Santana en Diario de Cádiz y Yolanda Vallejo en La Voz.

La situación de Cádiz, la ciudad inacabada, es abordada por Vallejo en La Voz: "Porque es la fábula de Samaniego la que mejor representa el momento que estamos viviendo en esta ciudad. Teníamos en la cabeza el cántaro del Bicentenario y pensábamos por el camino, con este Bicentenario me haré un hospital, y una exposición supermagna con Pérez-Reverte, y como va a venir tantísima gente importante, me construiré un hotel de cinco estrellas, y un castillo para la libertad, y hasta un museo para el Carnaval, y seré conocida en el mundo mundial. «Con este pensamiento enajenada -dice la fábula- brinca de manera, que a su salto violento el cántaro cayó. ¡Pobre Lechera!». Sí. Pobre. Sin hospital, sin castillo, sin museo y sin hotel. Ya sólo nos queda el saco de las lamentaciones, que si el barrio de la Viña no levanta cabeza, que si no hay un proyecto serio de ciudad, que si los dos partidos políticos -verás como se entere Terrada- deberían dejarse de tonterías de una vez.. y el saco del reparto de culpas, que si la Junta, que si el Ayuntamiento, que si la crisis, que si el promotor". Para leer completo, pincha aquí.

La larga lista de proyectos inacabados, ni siquiera empezados y los tropiezos entre los gobiernos de uno y otro color, son también recorridos en el articulo de Alberto Ramos, en Diario de Cádiz: "Y todo esto es posible en la ciudad que sonríe, posiblemente por eso, por la sonrisa bobalicona que se nos queda a los gaditanos oyendo a nuestros políticos, de uno y otro signo, repetir las mismas promesas campaña electoral, tras campaña electoral, entrevista, tras entrevista, seguros como están de que la sociedad gaditana está adormecida, mientras sonríe". Para acceder al artículo completo de Alberto, aquí.

Mientras los gaditanos y gaditanas parece que vivimos en el paraíso. La ciudad se llena de cruceristas pero las calles están levantadas y sucias, los comercios cerrados, la hostelería tiene que pasar la ITV y ni siquiera tenemos hoteles para dar respuesta a las demandas. Se acerca el bicentenario y parece que ni siquiera seremos capaces de reivindicar la finalización de los proyectos. Quizás sea el momento de que la conciencia ciudadana empiece a despertar porque esta ciudad es una ilusión y un frenesí y los sueños, sueños son.



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