9 de octubre de 2010

Todo llega.


El camino es largo, media un abismo extenso.
Pero resiste. Kabul espera tras las montañas.
Las urnas a las espaldas, el mundo aguarda.

Leo a través de EFE digital que las elecciones parlamentarias de septiembre
en Afganistán transcurrieron entre amplias sospechas de fraude,
denuncias de compraventa de votos e impresión de tarjetas falsas de votantes
para condicionar los resultados.

Ya ves, parece otro mundo. Comprando voluntades.
Papeletas sin voto secreto. Escucha, amor, como si fuera otro mundo.
Andando kilómetros con las cajas a cuestas.
El burro tiene sed, pero no para. Cree como tú y como yo,
que todo llegará.

Y todo parece tan lejos y todo pasa tan cerca.
¿Ves? Hoy me doy cuenta de que la evolución es muy lenta.
Sin hilo musical. Sin olor a jazmines.
Sin jazz, sin dama de noche, sin velas detestables.

Una maravillosa y horrible naturaleza contradictoria,
muerta y viva a la vez que
hace crecer y aplastar a la esperanza en un sincretismo indestructible.

Aquí hoy azota el viento de lluvia.
Comienzan las campañas.

Hoy me pregunto otra vez,
¿sin bombas en Basora?
como es tan espectacular,
el sendero de la injusticia.

Sigo leyendo la prensa, recreándome en la foto
que me hiciste llegar ayer.
Busco gestos positivos,
evitando la desolación.

"Hoy al menos ocho niños murieron en la provincia nororiental de Kunduz,
al estallarles un artefacto abandonado".

Blanca Flores Cueto, inédito para Ecos.

N. de la A.: La foto procede de la galería de El País, las noticias de EFE Internacional. El trabajo periodístico de gráficos y corresponsales no tiene precio. La situación política, no tiene explicación.

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