5 de diciembre de 2010

Ética, política y medios de comunicación.



Hoy en la Noria y en todos los teletipos se habla de la huelga de los controladores, de la imagen de España en el mundo. Hoy que Zapatero no tiene la culpa del caos en el país, porque son los controladores quienes la han liado, en Cádiz ha habido un encuentro de lujo para hablar de este asunto y otros muchos más.

La periodista Rosa María Calaf ha ocupado el centro de la mesa, rodeada de mis amigos Pepe Pettenghi y Juan José Téllez. Hoy sábado, cuatro de diciembre, treinta y tres años después del asesinato de Caparrós, se convierte en otro día para la historia a costa de la sublevación de los controladores aéreos que han convetido en rehenes a los ciudadanos de este país.

Sin embargo, normalidad y expectación en el Aula 1 de la Facultad de Filosofía y Letras de Cádiz. Felicitaciones a los organizadores de las VII Jornadas Internacionales de Derechos Humanos: "Ideal de Utopía en un mundo en crisis". Hasta la tarde noche del domingo 5 de diciembre, nos permitirán seguir disfrutando del nivel y del interés de cada una de sus sesiones.

Varios temas de gran interés y actualidad sobre el mantel. Se cuestiona la pérdida de excelencia informativa debida al contexto socioeconómico. Está claro que en los mass-media se evitan los grandes temas porque lo que importa es el negocio, la audiencia y el entretenimiento. Que la prensa haya terminado como un negocio perjudica la calidad informativa y la libertad de expresión y opinión.

Se abordan temas de actualidad: Wikileaks, el problema Saharaui, la crisis de valores y económica...
¿Por qué no salen cosas de Wikileaks anteriores a la época Obama? ¿Qué intereses encubiertos hay detrás de Wikileaks? ¿Por qué no sale nada de China?

Vivencias, anécdotas y experiencias iban adornando los temas abordados durante el encuentro. El "infoentretenimiento" que crece como perversidad. Muchas reflexiones sobre las que podríamos seguir escribiendo durante días y días.

Muchas preguntas en muy poco tiempo. "Nuestros privilegios son los causantes de la pobreza". ¿Bolsas de pobreza? No señor, de riqueza.

¿Qué valores, actitudes se trasladan desde las escuelas, desde los medios? No se enseña a pensar sino a comprar. El beneficio que nutre a unos cuantos perjudica a muchos más.

Se abordaron la situación de la agencias internacionales, de la rescisión de contratos, de la falta de pluralidad, del papel que cubren los blogs libres, de los argumentos y los titulares... El no dejar saber como forma de dominio y el uso de la ironía como recurso de denuncia.

Se trató de la situación de la clase periodística y de que hay insensatos que actúan como opinadores creando opiniones en los demás, tal maestros liendres, cuando nadie puede saber de todo.

Se habló de la veracidad de la información, de la importancia del contraste, incluso si la información procede del pentágono. De las agencias, que pertenecen a grandes grupos de poder económico que mediatizan la información sobre las operaciones en bolsa, los militares, la situación de los países...

Se quedaron preguntas sin responder, el tiempo lo impidió, pero a pesar de todo abandonamos el aula henchidos de inquietudes, de preguntas a las que seguir buscando respuestas, de problemas sobre los que hay que seguir debatiendo y actuando, con el compromiso y con la búsqueda de la información veraz. Sería lo mejor para todos y no sólo para el mundo de los ricos.

En la foto: Pepe Pettenghi, Rosa María Calaf, Juan José Téllez y Blanca Flores. Gracia al fotógrafo y uno de los organizadores de las jornadas, Diego Boza.



1 comentario:

  1. Buen resumen, Blanca. Por la tarde, la juez Manuela Carmena hizo una interesante exposición de las dificultades con que se encuentran los relatores especiales de la ONU en materia de derechos humanos, incluso en nuestro país, y el ambiente se caldeó interesantemente cuando una jóven abogada, jovencísima, que daba gusto oirla, nos puso sobre la mesa un dato muy significativo: todos los casos de busquedas de personas acusadas por la ONU de violar los derechos humanos en estos momentos, son africanos. El tercer mundo sólo nos sirve para llevarnos el género, provocar guerras y limpiarnos la conciencia humanitaria mandando caravanas de alimentos y cascos azules para que no se maten y nos quedemos sin esclavos.
    Besos
    Eduardo

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