8 de enero de 2011

Yo fui un día reina maga.

Las ilusiones perdidas, son verdades halladas.
Eduard Douwes Dekker



Y meterme entre los dedos de tus pies,
y resbalarme por tus talones,
y llegar a tu pecho
y volver.

Y mirarte a la cara,
y besarte en la boca,
y mojarme por dentro
y sentir.

Por encima de todo, vivir.
Compartir un rayo de sol,
bajarme los sueños
con forma de estrellas
anudándolos a tu cuello.
Sonreir.

Y escuchar a través del teléfono tu voz
y la canción que hoy me dedicas,
y verte lo justo, simplemente lo preciso,
y entender porqué son así las cosas,
y machacar el miedo.
Pelear.

Y volar. Con diez céntimos en el bolsillo,
con la cabeza bien alta, sin importarme nada,
y tener la certeza de que mi corazón
va contigo.
Y hablar de Séneca, de Simone de Behavoir,
del Doce, de democracia, de ti y de mí.
Conversar.

Y recordar cada día lo que fue
y celebrar lo que tenemos
y renovar las promesas
y no caer nunca.
Resistir.

Porque en el camino está,
la felicidad de cada día,
el refugio y tú, mi recreo.
Disfrutar.

Porque me gustas en las noches
que sabes a mermelada de fresa,
y cuando hueles a colonia fresca.
Cuando estás porque me haces falta
permitiéndo enredar mis piernas
entre las tuyas.
Encontrar.

Y que me mires a escondidas,
de reojo y a la cara,
y que me recuerdes
de espaldas y de frente
plena, gozosa, más tuya
y más yo.
Compartir.

Que me salpiquen las gotas de lluvia,
que me corretees por la orilla de la playa,
que se reflejen en mi gesto los relámpagos
de la tormenta de verano,
y cabalguemos de nuevo
cualquier madrugada.
Perdurar.

Así que déjame, que me recueste
escondida en los recónditos parajes
de tus fantasías y las mías.
Mitad verdad, mitad mentira.
Ilusionar.

Así, en estado puro,
exudando, destilando,
confundiendo, afirmando o negando
que la copa de rioja sigue estando
medio llena,
con un color burdeos espléndido,
con un sabor áspero y rugoso inolvidable.
Degustar.

Así, déjame, todo eso y más,
déjame que me crea eternamente
que estarás conmigo.

Tal y como estamos,
tal y como somos,
que no quiero más.
Así.

Todo esto, no lo toques.
Es sólo es lo que yo quiero.
Nada menos y nada más.


Blanca Flores, inédito, recordando.

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