Cuando la inspiración viene sola, llama el insomnio a la puerta: el deseo de crear obliga. Transfigurarse en la experiencia de atrapar el verso y la idea es un acto de placer, dolor y trabajo. Así es la poesía, quién la ha sentido, disfrutado o sufrido, lo sabe. Éxtasis onírico y lírico que me fecunda. Recrear por los cuatro costados es vital para seguir despierta.
31 de mayo de 2011
La poetisa de Leonardo ya está en Madrid.
Más sobre "La dama del Armiño" de Leonardo Da Vinci, que ya está en el Museo del Prado, en El País, pinchando aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario