11 de junio de 2011

Tú sabes, siempre nos quedará Cádiz.



Tú lo sabes, aunque yo ya no te escriba.
Tú sabes que siempre nos quedará Cádiz,
el motivo de las ilusiones,
la excusa de los desvelos.

Cádiz dibuja el decorado de nuestras mil y una noches,
de nuestros mil y un días, de alegrías y a veces de lamentos.
De Caleta, de secretos, de escaleras dobles con ventanas compartidas,
de factoría de salazones, de papelón de churros,
de tazón de caracoles...

Cádiz. Y saldrán de los sarcófagos
Arístides y Lucrecia. Y volverán
a desandar todo lo andado sobre sus pasos,
con los zapatos gastados,
con la sonrisa colgada de ceja a ceja,
porque merece la pena,
porque otra vez saldrá el sol,
porque la voz que a veces enmudece tras las derrotas
pedirá que vuelvan de nuevo.

Y desde las cuevas, desde las azoteas...
Tienen que volver. Cádiz les espera.

Blanca Flores Cueto

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