24 de julio de 2011

La poligamia como forma de unidad familiar.


¿Se puede ser feliz en pareja y en familia siendo independiente y practicando la poligamia como forma de vida? ¿Somos los únicos dueños de nuestras decisiones, comportamientos y actitudes? ¿Hay conflicto entre lo íntimo y lo público? ¿Cuándo y cómo hay más beneficio o daño emocional?

Son planteamientos que provocan siempre el debate. Vivimos en un mundo cambiante en el que la careta de la falacia descubre que nada era como pensábamos y que todo está disfrazado por los prejuicios. Cuando en realidad, el ser humano en crecimiento y relación consigo mismo y con los demás establece patrones de conducta y comportamiento que van más allá de los cánones tradicionales preestablecidos dentro de la cultura occidental.

En medio de la polémica, la escritora guineana Guillermina Mekuy publica un libro que puede facilitarnos esa reflexión necesaria. La que puede permitirnos que la forma de tolerar, pensar y actuar se ajusten a una realidad más feliz que impida la incómoda disonancia cognitiva en la que muchos y muchas intentan camuflarse. A veces compatibilizar, conciliar, dar a cada cual su sitio emocional, intelectual o incluso sexual, con generosidad y sin ataduras inútiles, sin esa falsa moral presupuesta, nos conduce a ser más honestos. Negar y renegar de realidades ciertas a lo único que contribuye es a aumentar el descrédito y el desengaño.

 Tres almas para un corazón, aborda la realidad de la poligamia para que podamos entenderla con mayor naturalidad. Más allá de las diversas tesis como la genética, tendencia que se hereda, o la psicológica basada en teorías sobre carencias infantiles, está la tradicionalmente impuesta por otras culturas africanas opuesta a la occidental basada en la monogamia.

¿Qué es en realidad lo más aconsejable para el crecimiento humano? ¿Como compatibilizar un modo de vida sin causar daños emocionales en los demás y en uno mismo? ¿Ante tantas formas dispares de familias es este otro tema para tomarlo en serio? ¿No hubo siempre los amantes, la otra, lo clandestino, lo conocido y callado como disfrute de placeres prohibidos? ¿No existen conductas ciertamente reprobables como el incesto o la pederastia que sí que afectan al desarrollo afectivo y psicológico de la persona y que son delitos? ¿Es la poligamia pecado o delito si se practica libremente con consentimiento y entre adultos?¿Quién tiene tendencia a la poligamia, será siempre polígamo?

Replanteamientos sobre el concepto de amar, de las parejas, de los hijos y la unidad familiar que son necesarios tienen cabida en esta novela basada en hechos reales. La puesta en juego de esos sentimientos compartidos que implican tener que conocerse, enfrentarse, apoyarse, odiarse y comprenderse mutuamente cuando se dan estas situaciones, pueden ayudarnos a entender lo que la poligamia implica.

El camino para aceptarla y aceptar a aquéllos que sin coacción y como forma de vida, la ponen en práctica es ineludible. Hay que ser valientes para afrontar estas realidades emergentes en la sociedad actual. El verano nos ofrece esos momentos idóneos para preguntarnos por estos temas y otros sobre los que evitamos siempre hablar: ¿me satisface mi trabajo?, ¿hago realmente lo que deseo?, ¿convivo con la persona que quiero?, ¿qué hay de realidad entre lo que soy y la imagen que proyecto?, ¿hago felices a los que me rodean siendo feliz yo mismo?...

La lectura es una herramienta idónea para aclararnos muchos de los interrogantes que pueden plantearse en todos y cada uno de estos apasionantes temas existenciales. Vuelven los años sesenta y con ellos muchos de los planteamientos que también en aquellos años tuvieron auge. ¿Y que pensamos de la poliandria?




1 comentario:

  1. Interesante planteamiento. A ver cómo sigues..., me gusta. Lo importante es no perder el horizonte y siempre, siempre, poder optar, y respetar las opciones ajenas. Un abrazo.-

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