8 de octubre de 2011

Desierto


"Ya no te puedo querer,
mi cariño se acabó
lo quemó tu falsedad,
tus palabras de papel".
Rumba tres...



Octubre. Siete. Un mes en el desierto.
You aren`t my sunshine.
Pero no te has dado cuenta.

Y una extraña sensación de vacío me recorre,
de hastío, de incredulidad....
agotada te remiro intentando recrearme
pero ya no veo lo mismo.

Quiero confiar y creerte, pero no puedo.
Camino, divagan mis pensamientos,
y las confesiones que ya no comparto
tal y como acostumbraba se van quedando
una tras otra en los borradores nunca enviados.

Aún así de vez en cuando
una escena, Gilda, me anima.
Alguna historia perdida de Walter Scott,
y una copla que consiguen arrancarme
una sonrisa que se torna serena.

En una vida que no es la que era.
En un horizonte lejano o tal vez, cercano,
que no es el que imaginaba,
en otros versos inventados
como tantas historias impostadas
yazgo cansada e inasible.

Y ese abrazo ausente, siempre necesario,
nunca dado, nunca recibido
sigue en la carta de deseos incumplidos.
Como esas buenas noches que desaparecieron
de tu manual de la cortesía.
Ese diálogo que se fue, esa luz apagada,
la comunicación rota,
esos sueños despedazados a la orilla
de mi playa.

Hoy en un día de otoño, plomizo,
las circunstancias me empujan a seguir
con este escepticismo
que crece y me ahoga.

En este día acompañada por boleros inútiles,
estoy abandonando pretensiones vanas.
Y se acumulan películas nunca vistas,
vuelos no elevados,
periódicos nunca leídos,
cuerpos amontonados inservibles y sin sentido.

En este día por mi parte,
tienes el camino libre,
demasiado engaño contenido
quizá siempre preferiste no ir acompañado,
y en este día, yo me retiro.

Me podías haber mentido.
En lo único me me importaba,
pero en eso, nunca lo hiciste.

Blanca Flores Cueto, aún inédito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario